Los escritos bahá’ís enseñan que la oración diaria y la comunión íntima con Dios son los cimientos de una vida dedicada al crecimiento espiritual y el servicio a la humanidad.
«Entona, oh Mi siervo, los versos de Dios que tú has recibido, tal como fueron entonados por aquéllos que se han acercado a Él, para que la dulzura de tu melodía encienda tu propia alma y atraiga los corazones de todos los hombres.» (Bahá’u’lláh)
«Bendito es el sitio y la casa y el lugar y la ciudad y el corazón y la montaña y el refugio y la cueva y el valle y la tierra y el mar y la isla y la pradera donde se ha hecho mención de Dios y se ha glorificado su alabanza.» (Bahá’u’lláh)
Además de orar y meditar individualmente, los bahá’ís se reúnen en sus hogares y comunidades para venerar a Dios juntos. Se celebran con regularidad reuniones de oración y meditación para compartir un espíritu devocional de alegría, amor y fraternidad. Se leen pasajes de los escritos bahá’ís y de las escrituras del cristianismo, el islam, el judaísmo, el zoroastrianismo, el hinduismo o budismo. Se anima a que los participantes traigan sus libros de oraciones o pasajes sagrados favoritos para compartir con los demás. En estas reuniones a menudo se ora por la curación y la asistencia a los necesitados. La selección de música es diversa, y proviene de una variedad de culturas y estilos. No hay rituales oficiales ni se recaudan fondos. Con frecuencia se sirven refrescos.